Si tienes alergia a la leche de vaca, eres alérgico a una de las muchas proteínas de la leche, a menudo caseína o proteína de suero. Significa que no toleras la leche y debes evitar cualquier tipo de leche o producto lácteo.
La alergia a la leche es una reacción exagerada y anormal del sistema inmunitario del organismo a la proteína de la leche.La proteína de la leche es normalmente inofensiva, pero si tienes alergia a la leche, tu sistema inmunitario reaccionará a la proteína de la leche como si fuera una enfermedad de la que necesita deshacerse. Por tanto, si tienes alergia a la leche, debes evitar la leche, el yogur, el queso, la mantequilla y todos los demás tipos de lácteos o productos que contengan proteínas lácteas.
Se calcula que entre el 2% y el 6% de la población mundial es alérgica a la proteína de la leche, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Sin embargo, aunque la alergia a la leche se desarrolla en el primer año de vida del bebé, la mayoría de los niños la habrán superado a los cinco años.
Datos sobre la nutrición de la leche.
Alergia a la leche frente a intolerancia a la lactosa
Algunas personas confunden la alergia a la leche de vaca con la intolerancia a la lactosa, pero ambas afecciones son muy diferentes, tanto en su causa como en la gravedad de los síntomas.
Mientras que la alergia a la leche está relacionada con el sistema inmunitario y la proteína de la leche, la intolerancia a la lactosa está causada por niveles bajos de lactasa en el sistema digestivo, lo que dificulta la digestión de la lactosa. Puede provocar síntomas desagradables como dolor de estómago o hinchazón, y aunque estos síntomas pueden ser molestos, suelen ser inofensivos.
Más información sobre la intolerancia a la lactosa.
Síntomas de la alergia a la leche en bebés y adultos
Los síntomas de la alergia a la leche en bebés y niños mayores son similares a los de la alergia a la leche en adultos. Suelen aparecer inmediatamente después de beber leche o comer productos lácteos. A veces, sin embargo, la reacción de alergia a la leche puede aparecer más tarde. Los síntomas de la alergia a la leche van de leves a potencialmente mortales.
Los síntomas más comunes de la alergia a la leche son:
- Náuseas o vómitos
- Dolor de estómago, cólicos, diarrea o estreñimiento
- Urticaria, ronchas o erupciones cutáneas que pican
- Hinchazón de ojos y labios
- Goteo u obstrucción nasal
- Estornudos
- Silbidos
En casos extremos, puede producirse una reacción alérgica grave, la anafilaxia, que puede llegar a impedirle respirar y requerir asistencia médica urgente. Si crees que tú o tu hijo son alérgicos a la proteína de la leche, consulta siempre a tu médico.